lunes, 4 de julio de 2016

Cómo remunerar adecuadamente las actividades con coste marginal cero

Coste marginal cero. Una gran oportunidad y un gran desafío


En la actualidad, y gracias fundamentalmente a las tecnologías de la información, existen gran cantidad de productos y servicios de coste marginal cero. Estos productos se pueden ofrecer a todos nuestros posibles clientes sin que nos cueste dinero hacérselo llegar a cada uno de ellos. 

Esto es una gran oportunidad de negocio y de difusión, porque con Internet tenemos una audiencia mundial, y no nos cuesta nada o muy poco vender nuestro producto a toda esta gente. Vendemos más y a menos coste. 

Productos como la música, el cine, los libros o las series de televisión pueden ser reproducidos tantas veces como se quiera y enviarse donde se quiera sin que nos cueste demasiado dinero ni esfuerzo adicional. Ya no son necesarios los discos, DVD's o libros en papel para hacer llegar nuestra obra al cliente, ni todo el transporte ni distribución que estas tecnologías requerían. 


Tienda de discos, un lugar en peligro de extinción


Pero este hecho también trae consigo grandes desafíos. 
Además de la pérdida de puestos
de trabajo relacionados con la distribución de un producto físico que ya no es necesario, el productor de tales productos y servicios ha visto como perdía el control sobre la distribución de los mismos. Se ha hablado mucho sobre el daño que está causando la piratería a los músicos, productores o escritores, pero no se ha podido recuperar el control de las copias sin consentimiento de sus autores. Quien no quiere pagar encuentra la manera de no hacerlo. 



Hacen falta nuevas fórmulas de remuneración

Antes comprábamos discos y películas porque era la única manera de consumir música y cine. Ahora podemos acceder a estos servicios desde Internet, de forma más barata y más masiva. Las formas de pago también deberían cambiar. 

El consumidor no quiere o no puede pagar mucho dinero por cada producto digital que adquiere, y tampoco quiere realizar el pago por cada producto que adquiere. 

Para mi la solución son las suscripciones o donaciones anuales de una cantidad no demasiado alta (entre 5 y 10 euros) que dé acceso a todo o gran parte del material disponible hasta la fecha o publicado ese año. Hay que aprovechar el alcance masivo y el bajo coste de estos productos para hacerlos más asequibles al público. 

El público podría permitirse realizar suscripciones anuales por valor de unos 100 euros anuales y saber que está contribuyendo a remunerar el trabajo de muy buenos profesionales, y estos profesionales podrán seguir dedicando tiempo a producir y mejorar estos productos.