lunes, 8 de agosto de 2016

La tragedia de los comunes

Dejamos que se agoten los recursos, aunque no sea bueno



La tragedia de los comunes es una situación en la que un grupo de individuos agota un recurso limitado que comparte, aunque a ninguno de ellos le interesa que eso pase.

Ninguno de los individuos quiere que se agote ese recurso, pero por otra parte quieren disfrutar de él, y suponen que, si no lo hacen ellos, el resto de individuos lo va a hacer, con lo que el recurso se agotará igualmente, pero sin que nosotros lo hayamos podido disfrutar.

En estas circunstancias, no hay incentivo para conservar los recursos comunes, porque las opciones probables son que consumamos el recurso y se agote o que no lo hagamos y se agote igual. Si se va a agotar igual, al menos disfrutarlo, no?




Ejemplos 



Hay ejemplos clásicos, como los pastos para el ganado, las tierras fértiles para el cultivo o la pesca, y ejemplos más modernos, como la emisión de gases de efecto invernadero.

Una atmósfera con una proporción adecuada de gases de efecto invernadero, que mantenga el clima estable, es el recurso a conservar, la emisión de más gases para satisfacer nuestras necesidades, como nuestro estilo de vida y el crecimiento económico, es el uso de ese recurso. 



El cambio climático sería un caso de tragedia de los comunes porque, a sabiendas de que no es bueno que el recurso en cuestión se agote, no estamos dispuestos a renunciar a su consumo. Se organizan cumbres sobre el tema, pero no hay compromisos serios, porque nadie quiere renunciar a los beneficios del consumo de ese recurso. Por ejemplo, los países en desarrollo exigen que los países desarrollados reduzcan más su consumo, ya que estos llevan más tiempo emitiendo gases. 




Otros ejemplos 



El dinero disponible de los trabajadores para consumir productos seria un recurso compartido por los empresarios, con el que obtienen ventas y ingresos. 

Bajar salarios y reducir puestos de trabajo agota ese recurso, porque los trabajadores pueden consumir menos, y las ventas y los beneficios bajan, pero se ahorra en costes laborales. 

El empresario lo sabe, pero prefiere ahorrarse costes laborales porque, probablemente, el resto de empresarios así lo harán, y el pagará altos sueldos pero las ventas caerán igualmente. 

También se puede dar el caso contrario. El recurso son los puestos de trabajo y los sueldos que ofrece el mundo empresarial, los trabajadores comparten ese recurso, que se agota si se consumen productos baratos, que hacen que las empresas no puedan pagar salarios tan altos. 

El trabajador puede intuir que, si compra productos baratos, obliga a los empresarios a bajar costes, entre ellos su sueldo, pero puede preferir hacerlo porque, aunque el consuma productos caros, el resto igual no lo hace. Total, el gastará más dinero en productos más caros pero su sueldo puede disminuir igualmente.